domingo, 8 de marzo de 2015

Cutre…México tiene un gobierno cutre

Tomado de: Radio Zapote

Epílogo: Y ahora nos salen con la fregadera que quieren privatizar el agua….pues bien, no me queda más que transcribir lo que dijo Saramago “Privaticen a la puta que los parió”  y yo le añadiría”si es que alguna vez tuvieron madre”.

Qué se puede pensar de un gobierno que sabiendo que dentro de la enorme masa de sus gobernados existen más de  60.6 millones de  pobres (datos para 2014 de la CEPAL)(1). Qué se puede pensar de unos gobernantes que sabiendo que, según sus estadísticas, hay 2.5 millones de desempleados (cifra risible propia de un Instituto Nacional de Estadística y Geografía, INEGI,  que gusta de manosear los datos para acomodarlos a las necesidades del gobierno en turno)(2). Que podemos deducir de la frivolidad de un gobierno que teniendo conocimiento del alto grado de marginalidad de los pueblos indígenas de México, donde la insalubridad, el analfabetismo y la pobreza extrema se ensañan con ellos más que con cualquier otro sector de las población; organiza un Tour (ellos le llaman visita de estado), donde lo único que importa es lucir la ropa que se acaban de mercar,exhibir su ignorancia y lucir sus sonrisas televisivas ante los rancios gobernantes extranjeros, quienes aparentando un sobrado agradecimiento, se desviven en caravanas y los reciben con sus mejores pero anticuadas, naftalíficas y apantalla pendejos  ceremonias de “estado” “agradeciendo”, con cuentas de vidrio, las reformas estructurales aprobadas  enMéxico por una gavilla del crimen organizado que se dice gobierno, mismas que les permitirán a las transnacionales de todo el mundo (otra gavilla), apoderarse de forma por demás fácil y sencilla de todos los recursos naturales de México, contando para ello con la complicidad del frívolo e ignorante gerentede la nación Enrique “el Breve” Peña Nieto, para así saciar, temporalmente,  su siempre inconmensurable necesidad de materias primas, todo a costa del bienestar del pueblo mexicano y llevando en prenda esa entelequia que alguna vez se llamó soberanía nacional.





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